SELVA TROPICAL
La selva tropical o bosque lluvioso tropical es la selva o bosque denso de clima tropical húmedo que se caracteriza por unas elevadas precipitaciones (2000 a 5000 mm anuales) y una elevada temperatura media. Son pluvisilvas que se sitúan en las proximidades del ecuador terrestre, en América, África, Asia y Oceanía. (para la Selva tropical seca, ver Bosque seco)
De todos los tipos de bosque tropical, la selva tropical es el ecosistema de mayor extensión y de mayor importancia. Su vegetación está formada por especies de hoja perenne y ancha. Son comunes las especies epifitas. Es un ecosistema con una gran riqueza y variedad de especies y de gran interés porque su biodiversidad es fuente de muchos recursos: alimentos, medicinas, sustancias de interés industrial. Aunque ocupan menos del 7 % de la superficie de las tierras emergidas, contienen más del 50 % (según algunos científicos este porcentaje se elevaría hasta más del 90 %) de las especies animales y vegetales del mundo. Una hectárea de pluviselva tropical puede contener más de 600 especies arbóreas.
El suelo de estas selvas es muy pobre en comparación con la riqueza de vida que soporta ya que la mayor parte de los nutrientes se encuentran en los seres vivos y no en el suelo. Cuando este ecosistema es destruido, por la tala o el fuego, su recuperación es muy difícil porque el suelo desnudo se hace costroso y duro sufriendo un proceso de laterización. Los suelos pobres de estas selvas no son aptos para la agricultura, porque en tres o cuatro cosechas pierden sus nutrientes.
Suelo
Los suelos sufren el fenómeno de la ferralitización; es decir, la liberación de óxidos de hierro a partir de la roca madre.
Los suelos de esta región son típicamente húmedos . La intemperización química es pronunciada debido a la alta pluviometría, por lo cual los perfiles del suelo son profundos y hay poco desarrollo de los horizontes por debajo de la capa orgánica superficial. La sílice y otros cationes son arrastrados por el lavado, dejando un suelo ácido con altas proporciones de aluminio y óxidos de hierro; con frecuencia el color del suelo es rojizo o rojo amarillento. Bajo ciertas condiciones de lluvia, los compuestos de hierro se concentran en un horizonte en particular ("laterita"), que puede endurecerse y ser impenetrable por las raíces. La descomposición es muy rápida, concentrándose los materiales orgánicos del suelo justo en la superficie y la mayoría de los nutrientes son retenidos en la biomasa epígea (por encima del suelo).
Debido a las condiciones climáticas imperantes, la roca que origina el suelo y sobre la que se asienta el ecosistema experimenta un intenso proceso de disgregación y de alteración química que genera un manto de roca alterada de gran espesor
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